auspiciada por la Asociación Mexicana de Profesionales de la Orientación (A. M.P.O). “La Orientación Vocacional en tiempos de la Tiranía de la Elección”, en la cual se tuvo como invitado especial, al distinguido colega argentino Ps. Sergio Rascovàn. Lo cual sigo agradeciendo profundamente.
Mientras preparaba un guisado de carne con papas con arroz
(todo plato colombiano lleva arroz) para mi esposa y para mí, no sé por qué se me
vino a la memoria, las conclusiones de la última sesión pedagógica organizada
por la AMPO, las cuales había comentado brevemente con un par de colegas
Contrario al carácter sereno y humilde que me
caracteriza, las conclusiones que en principio (tal vez por mi precipitada y única
intervención), me parecieron muy lógicas en su momento (y, de hecho, me lo
siguen pareciendo): ahora hacían que me hirviera la sangre al mismo tiempo y
temperatura que el guiso.
La Vocación y las decisiones personales como imperativo
categórico para la vida (Calificada por Rascovan como “Tiranía”), cuestionados
desde la lógica de la libertad del sujeto (lo cual cuestiono desde hace tiempo
pues en este sistema difícilmente se puede afirmar que existe libertad),
obviamente implica una sólida y muy válida declaración de valores auto
afirmativas del “Yo”, propios de la postmodernidad y la declaración humana de
rechazo las imposiciones dictatoriales de corte patriarcal. Lo cual resulta muy
lógica e interesante en tanto profunda reflexión filosófica entre y para adultos
que ya han constituido múltiples proyectos de vida (para lo cual han tenido que
tomar también muchas decisiones), e incluso ya han podido cerrar varios de
ellos.
Pero en lo tocante a los adolescentes con los que la mayoría
de los orientadores trabajamos por formación y vocación, (en mi humilde
opinión), resulta realmente insulsa y carente de aplicabilidad en medio del
trabajo con una generación que solo se pones de acuerdo, precisamente en este
planteamiento existencial? : ¿Y yo por qué? , ¿Y por qué no mandan a mi
hermano(a), y por qué tengo que ir al colegio?, ¿Y por qué y por qué?,¿ y y ¿por
qué ahora?, Y por qué ? sabes qué nene?,
Mejor dejemos así… (colombianismo que se
aplica cuando ya no sabemos que responderle a hijo o al estudiante…o apaguemos
y vámonos , porque aquí no hay nada que hacer…por ahora..).
La Procrastinaciòn crónica, el temor o la negación al compromiso, el miedo
al rechazo, propios de la adolescencia, van muy bien acompañados de tal tipo de
razonamientos.
Si realmente pudiéramos
renunciar a la explotación del sistema capitalista en el que vivimos (a lo cual
todos rechazamos y quisiéramos evadir) y escapar a la tiranía del sistema en el
cual vivimos, y también renunciáramos a la auto-explotación tipo FreeLancer,
característica de la generaciones que actualmente tienen que abrirse paso en la
vida sin la seguridad de un contrato estable, (Denunciada por muchísimos filósofos y sociólogos entre los
que se destaca recientemente Byung Chul Han[1]), ¿Entonces
qué camino nos queda para impulsar la vida? (no solo de los adolescentes), de
donde nos agarramos que no se la auto gestión y auto- construcción de
trayectorias (trayectos) y proyectos de vida. ¿Que nos queda Sergio, de donde
nos agarramos? (preguntas sinceras, no retoricas). ¿O acaso entendí mal?
¿Y por qué no?, ¿por qué renunciar al
concepto de “Vocación” y al poder de los sueños, entendidos como la pasión que
mueve la vida misma? (no solo lo académico /laboral) tal como lo plantea Gabriel
García Màrquez?(“Un manual para ser niño” https://biblioteca.org.ar/libros/1907.pdf,
lo cual no se opone en nada al concepto de trayectoria, sino que por lo
contrario le da mayor sentido: ‘¿Cuantos proyectos, programas, iniciativas,
ideas y demás acciones humanas, sucumbirían sin la criticada “Autoexplotaciòn”
cuando no se cuenta con ningún tipo de mecenazgo o apoyo?, que camino nos que
Sergio?...
Amilkar A.
Brunal
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